Ser voluntaria en Sexus se convierte en la posibilidad de contribuir a la educación sexual de mi entorno. La desinformación y los mitos que rodean la sexualidad siguen siendo muchos y poder contribuir a disiparlos para mí es una oportunidad de nutrir a las personas y como sociedad. Generar espacios amables y de respeto para poder hablar de lo que pasa con nuestros cuerpos, del deseo, de lo que nos gusta o nos da curiosidad sobre el sexo, me parece una necesidad de todes y ser voluntaria en Sexus me permite acompañar estos procesos. Además, ser voluntaria en Sexus significa la posibilidad de mantenerme en formación constante enriqueciendo mis conocimientos sobre muchos temas vinculados con las sexualidades. Y, sobre todo, también la posibilidad de hacerlo en red, con compañeres con las que retroalimentar nuestros saberes y experiencias. Texto de Elisenda. Fotografía de Elisenda y Claudia, otra voluntaria muy activa.