SEXus SEXus

El “YAS+, expresiones artísticas y sexualidades” nos da la oportunidad de trabajar conjuntamente tres categorías sujetas a cánones, hegemonías y rigideces, a la vez que a mutabilidades, otredades y expansiones: la sexualidad, el género y el arte. Entorno a estos tres conceptos giran multitud de normas, ideas preconcebidas, clichés y marcos inflexibles. Igual que si le pides a alguien que dibuje una casa, una flor y una persona, te dibujará algo así; 

generalmente, cuando imaginamos el género, también vamos por inercia hacia lo normativo. Eso no pasa porque nazcamos con esa idea de casa, de flor o de persona. De hecho, probablemente nunca hayamos vivido en una casa así. Esa previsualización y referencia canónica nos da pistas de lo susceptibles que somos a la hora de entender e incorporar lo que es “más correcto”, lo homogéneo, lo que encaja. Nos da indicios y motivos para ampliar el abanico y mostrar que existen muchas maneras de entender el género, de vivir las sexualidades y de expresarnos mediante el arte. 

Consideramos fundamental tener en cuenta cuál es la mirada y la perspectiva que se aplica, sobre todo cuando la formación va dirigida a adolescentes y jóvenes. Apostamos por una mirada integral, es decir, con perspectiva de género, intercultural, no capacitista, ni gordófoba, que ponga foco en todas las identidades, deseos y sexualidades.

Es también importantísimo sacar la mirada adulta de la sala, esa visión que aparta a la infancia y la vejez como sujetos que sienten deseo, que tienen sexualidad.

Igual que nos parece interesante y válido poner sobre la mesa estudios, artículos y ensayos como fuente de conocimiento, creemos que las vivencia, la autoexploración y el autoconocimiento también lo son. Darle importancia a la propia biografía nos aporta visiones basadas en la experiencia que nutren y compatibilizan a otras. Por otro lado, poner el placer en el centro para conseguir descentralizar el miedo y la culpa, y lograr positivizarlo, es la clave para generar estrategias de autocuidado, conocer nuestros propios límites y respetar los de les demás.

Así pues, mediante esta mirada y con una metodología dinámica y participativa, durante 7 sesiones, se abordan temáticas que giran en torno a las sexualidades e identidades, ampliando miradas sobre las prácticas sexuales y el deseo, los vínculos sexoafectivos, las violencias y los privilegios, las corporalidades, etc.

Este año hemos hecho más hincapié en las LGTBI+fobias, el placer y las corporalidades, pues eran temas que al grupo de participantes le interesaban y atravesaban más. Nos parece imprescindible trabajar el contenido general y poder profundizar a demanda. De este modo, en la edición del 2022 se le ha dado más espacio a la violencia estética, a las prácticas sexuales no hegemónicas y a sexoafectividades no cisheteronormativas. También dimos más espacio a hablar de amor, de inseguridades y amistad. Trabajamos y replanteamos cómo nos vinculamos románticamente, por qué cambian las expectativas y exigencias con nuestras amistades y con nuestras parejas/vínculos, qué son los celos, qué motivos tienen detrás y cómo los podemos gestionar. 

La apuesta artística de este año ha sido el DRAG KING, una propuesta que enlaza de manera orgánica los contenidos teóricos con la parte más escénica y creativa de las sesiones. Nos ha permitido poder integrar dichos conocimientos en nuestras vivencias y cuerpos, algo que sin duda valoramos muy positivamente. Creemos que hay una necesidad general por romper con el formato estándar dentro de la educación, por lo que poder integrar en la propia identidad y el cuerpo los aprendizajes aporta un valor vivencial, dinámico y activo que da respuesta a esta necesidad de movimiento.

Concluir la última sesión con un show drag y un fanzine colectivo sobre el proceso artístico y de autoconocimiento que hemos vivido durante esas semanas fue una gran manera de cerrar esta edición llena de conocimientos, cercanía, glamour y purpurina.

 El YAS+, sin duda, es un proyecto que está hecho para poner el cuerpo.

LINK al FANZINE

 

Autoría: Tess Hache y Maio Serrasolsas